La formación inmobiliaria
llevada al siguiente nivel.

Allá por dónde voy, escucho hablar de las compañías tecnológicas que invaden poco a poco el panorama inmobiliario nacional, como antes hicieron en otros países con mayor o menor éxito. Nos acercamos a la era de la Inteligencia Artificial a pasos de gigante. Numerosas compañías invierten millones de dólares en el desarrollo de logaritmos capaces de interpretar el mercado, los valores de las propiedades, el umbral de rentabilidad, anticiparse a los mercados emergentes, comprar suelo, calcular expectativas y un sinfín de aplicaciones diseñadas para comunicarse con los clientes, más rápido, más eficazmente, con más información y en definitiva mejor.

Estamos ante un nuevo paradigma, ya nadie lo pone en duda. Como en otros sectores la tecnología se adueña de lo fácil en primer lugar. Aquellas operaciones sencillas, que no implican un exceso de carga emocional ni de complejidad. Aquellas que pueden ser resultas a un bajo coste en tiempo y en dinero serán las primeras que vayan desapareciendo.

Con el tiempo a los agentes nos irá quedando lo complejo. Aquellas situaciones donde se necesite un especial cuidado, tanto a nivel emocional como técnico. Es lógico. Los profesionales irán quedando reservados para las situaciones más especiales, como antes pasó en tantos otros sectores.